lunes, 22 de julio de 2019

Lunes 24 de junio 19



Yo sigo despertando temprano, mi amiga cansada de ambos viajes duerme profundamente.
Al levantarnos salimos a caminar, en la esquina hay una plaza donde encontramos un café, así que decidimos desayunar ahí, estaba rico, lo mejor: la conversa disfrutar el estar juntas, tan lejos tomando un café... quien lo hubiera pensado. Hacemos un brindis y agradecemos  esta maravillosa oportunidad.
Salimos a recorrer el barrio chino, uno de los mas grandes de por aqui. Nos topamos con una tienda que supongo era una farmacia, por su puesto entré a mirar, llena de cajones pequeños, donde un señor sacaba hierbas, las pesaba por gramos y luego las ponía sobre unas hojas de papel, donde iba haciendo cerros con ellas. El hombre a su lado contaba con un ábaco de madera. No me atrevía  hablarles, aunque el rato que estuve ahí lo disfruté. Me gusta ver como ellos han sido capaces de mantener sus tradiciones.
Hay tiendas que tienen de todo y mas de lo que me puedo imaginar estando deshidratado o seco o disecado, no se cual es la palabra real para estos casos.

Almorzamos en el sector, comí unos ricos arrollados y de postre nos dieron helado de te verde y una galleta de la fortuna.
Volvimos al hotel a dejar algunas cosas y salimos a un barrio que nos recomendaron, llegamos medio tanteando, es un lugar mas como en la periferia, con espacios mas amplios, mas sucio, bastante homosexuales, la gente cree que con mi amiga somos pareja, cuek.
Dimos pocas vueltas, conocimos poco, porque mi amiga se sintió mal. Lo bueno es que encontramos un bello parque, maravilloso, una manzana completa, grande, con una bella vista, con desniveles, juegos, pasto, arboles, escaños, gente, perros...bello, bello, pude caminarlo por todo su alrededor sacando fotos y disfrutando del sol y del viento.
Encontramos una tienda de ropa, que dice esta es la tiende de gay mas grande que hay, obvio entré, quería saber que tantos colores había, eran muchos, brillos, diseños, largos, cortos, ropa que jamas había visto, que no entiendo porque la gente le gusta y otras prendas que parecen de fiesta de salones medievales, bella.
Volvimos en metro al hotel, cuando el sol se pone la gente de la calle comienza a tomarse las veredas, hay muchas personas en situación de calle, de todas las edades, eso me perturba, me pregunto en este país de "oportunidades" el sistema deja a a muchos fuera.





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