Maletas listas, sol afuera y yo sentada bajo sus rayos. Necesito tomar todo el sol posible, vuelvo al invierno, es a lo que menos quiero llegar. No es mi costumbre ponerme al sol, pero siento que hoy es mi necesidad.
No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla...Vamos por las maletas y al aeropuerto. Al llegar estaba mi hermano y su familia, es bueno el reencuentro, vamos todos juntos.
Agradezco antes de volar cada una de las experiencias vividas, cada espacio que me recibió, no sólo donde dormí, si no también los lugares que recorrí, la gente con la que me crucé, por las conversaciones que se dieron, por la comida. Agradecida por cada instante, por cada inhalación, por cada rayo de sol, por quien he sido en estos espacios y por que sin duda la que salió no es la misma que vuelve.
Estoy en el avión, en medio del camino, en un asiento incómodo, con mala comida, es un viaje largo y no consigo dormir, en cambio mi amiga duerme plácidamente...Ya falta menos.
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