Miércoles 27 de febrero 2013 India
Anoche mientras volvamos desde cochin a Delhi yo lloraba...
Quería quedarme, a diferencia de la mayoría de la gente del grupo yo no extraño el pan con palta, ni los porotos granados, ni la ensalada.
Extraño a mis hombres y pese a ello quería quedarme en India.
Y en el viaje de regreso, en el vuelo descubrí que quería quedarme porque me había encantado. Hacía como 7 años que salí de mi centro y en este mes volví a MI. Fui 100% responsable y consciente sólo de mi.
Viaje separandome de mis hijos por primera vez, para poder tomar esta GRAN oportunidad y tal vez única, que he recibido de regalo.
Me sentí en lo que yo era antes de ser madre, en la independencia, en mi querer hacer y amar lo que hice.
Amé subir la montaña 5 hrs y que me costara y contemplar el paisaje desde lo alto y haber llegado a la cumbre.
Ame levantarme temprano para hacer sadhana. Ame meditar a orillas del Ganges. Ame ir a hacer seva al Templo Dorado. Ame muchas miradas, viví cada respiración, cada instante de manera consciente porque sabía que era la única.
Me maravillé con la vida y los humanos de India, con los colores, con los sabores intensos de cada comida.
Me reí, dejé de juzgar, acepté las cosas como venían, casi sin pelear (excepto con algunos policías . me regalonié con masajes y con kurtas sin cargo de conciencia, si no mas bien, con pleno placer.
Me toqué e mi misma y me siento feliz por ello y además quiero llevar todo ese aprendizaje a mi vida como madre, para seguir aplicando en cada instante.Ya que esto puede ser un gran regalo para nosotros 4.
Quiero volver a mi casa a aplicar lo aprendido y recibir los 40 dando gracias por todo lo que ha sido este GRAN presente.
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