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Lunes 11 de febrero 2013 India
Ayer fuimos al templo budista, había mucha gente en el lugar con ropas de gala, ya que se celebraba el año nuevo y son 3 días de fiestas.
Al entrar al templo sentí GRAN emoción y también sentí al Dalai lama, fue maravilloso. Me caló profundo (tal como alguna vez el muro de los lamentos), sentí la devoción de los fieles, sentí a Dios.
lloré, me sientí tan agradecida que después de ese momento necesité ir hacia adentro, para estar conmigo misma y abrazarme.
Al salir, los monjes estaban haciendo  sus reverencias y sus oraciones, entonces preguntamos si podíamos hacerlas y nos pusimos en las tablas (camillas) y partimos con los 108 ejercicios.
Las hice todas y fue fantástico.
Se puede entrar en la concentración y en la mente en blanco.
El sentimiento de agradecimiento crecía.
Luego caminamos hacia la casa del Dalai Lama para preguntar si estaba, nos dijeron que si, pero que no saldría ya que estaba en retiro. Entonces mandamos nuestras oraciones y nuestra energía positiva para él.
Nuevamente volví a llorar de emoción.

Hoy amanecí adolorida de la cintura, de los hombros y Muy agradecida de la experiencia.