martes, 20 de abril de 2010

Último día nadie se enoja?

Si creí haber tenido un día intenso con mis hijos antes de hoy, me equivoqué…
Mi primogénito durmiendo durante la madrugada comenzó a pelear.
Luego partimos con el tema de la mamadera y la leche, que por supuesto nuevamente no se tomó, después peleó por el pan con palta.
Ya con los dos vestidos yo comencé a desarmar camas y armar equipaje. Luego "para mejor"fuimos a comprar pan y faltaba poco para la comida, por supuesto quería pan y hubo gritos, los cuales se disiparon cuando llegamos a la plaza y comenzamos a alimentar a las palomas. Mas tarde drama porque no se quería ir a la casa… Y finalmente por unas galletas que yo compré para dejarle a mi cuñada, las cuales nos llevaron a la peor pelea del siglo (al menos hasta ahora).

Las galletas produjeron que mi hijo sacara toda su FURIA, y creo que la de nosotros 3, con toda su energía: gritos, pataletas, llanto, mocos, por mas de media hora. Yo creí que no pararía nunca. Y cuando comenzaba a amainar tomaba mas energía y volvía a gritar, y patalear.
Esta vez mi actitud fue distinta, primero no lo pesqué, y luego decidí que le prestaría toda la atención del mundo.
Costó mucho, demasiado, aun que finalmente conseguí abrazarlo, ponerlo en mi pecho, decirle cuanto lo amaba, que era maravilloso y que las cosas estarían mejor, se calmó un poco y volvió a recordar las galletas y nuevamente dramón….
Volvimos a lo mismo, esta vez duró menos rato y pude volver a tomarlo igual que cuando era un bebé, y sentí que era lo que él ha pedido todos estos días y que yo le he dado en pequeñas cuotas, dentro de lo posible.
Finalmente y gracias a los angelitos esta vez si se calmó, y logró sacar toda o al menos gran parte de la rabia que tenía acumulada y se quedó dormido en mis brazos, eso fue maravilloso.
Quise que ese rato durara lo máximo posible. Luego de un rato lo dejé durmiendo estirado y tapado, se veía como un angelito, todo calmado y hermoso.
Terminé de armar mis cosas y atendí a mi pequeñín que había soportado de muy buen ánimo toda esta explosión de sentimientos.
Mas tarde cuando mi hijo despertó venia la hora de la leche y nuevamente se puso a pelear, terminé por llamar a mi padre y pedirle que me socorriera, que me fuera a buscar para traerme a casa.
Después de una larga espera (eso me pareció) llegó mi amado padre, y mi pequeñín se había quedado dormido.
Guardamos todo nuestro cargamento y esperamos que pequeñín despertara, para entonces mi hijo mayor jugaba feliz en el auto del tata como si nada hubiese pasado.

Mi hermano llegó, mi hijito despertó, pudimos despedirnos, dar las gracias por todo y venirnos.
La llegada a casa creo que fue buena, yo desarmé maletas, ordené todo, armé cuna, cenamos, mis hijos jugaron y ahora duermen como dos angelitos hermosos que son.
Es la última noche, no se si la mas larga, si espero que sea tranquila.
Pido a Dios que nos traiga a nuestro amado esposo y padre de vuelta a casa sano y salvo.
Ahora a dormir.
Gracias por otro día.

No hay comentarios: