lunes, 12 de abril de 2010

Día 1

Hace meses que mi marido me contó que por motivos de trabajo debía hacer un viaje bastante mas largo que de costumbre. Yo ni siquiera me quise enterar…
Mucho tiempo le pedí al universo que pasara algo positivo para que el viaje no se realizara… Los días pasaron y con ellos la fecha se fue acercando, entonces tuvimos que decidir que hacer nosotros 3 que nos quedaríamos en Stgo.
Mi cuñada me dijo que podríasmos irnos a quedar con ellos.

No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla dice el refrán, por lo que el día X, el del viaje, llegó, hizo maleta mi marido y nosotros.
Fuimos a dejarlo por la tarde al aeropuerto y toda la pena me invadió. Fue una larga despedida, y cuando se fue a policía internacional, ambos lloramos. La pena se apoderó de mi y no podía hacer nada al respecto, mas que dejarla salir.
En el aeropuerto también estaba mi comadre con sus hijos que se iban a vivir a otro país, aún mas pena para mi.
Luego de tantas despedidas tristes iniciamos regreso a casa, había un tremendo taco que era sofocante.
Mi maravilloso primogénito a pesar del cansancio me conversó casi todo el viaje y eso fue un alivio.
Llegamos a casa de mi hermano para celebrar el cumpleaños de mi sobrina y yo aun lloraba.
Un rato después decidimos acostarnos, ya que mis hijos estaban muy cansados.
La noche fue dura, ya que mi primogénito me dijo que tenía penita, y el bebé en la cuna despertaba a cada rato, por lo que terminamos los 3 durmiendo en una cama de 1 plaza.
Yo sólo quería que amaneciera, suponiendo que la luz del sol nos ayudaría a ver las cosas con mas claridad.

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