Nos metimos en una playa donde no había nadie, y encontramos una piscina natural que hacía como una cascada, con ayuda de unas personas que estaban allí conseguimos meternos y disfrutar de una sensación de asombro, de nerviosismo, ingenuidad, placer, satisfacción.
Cuando estaba en la roca y el agua venia, yo meto la cabeza cerca de la roca, el agua pasa por detrás de mi cabeza, miro hacia mi lado y veo la cara del hombre que creo experimentaba la misma sonrisa de ´plenitud que yo.
Era algo tan bello, tan ... nose como describir algo tan básico como la naturaleza misma.
Sentirme TAN bendecida por poder vivirlo, GRACIAS
Saliendo de ese bello momento fuimos a una playa donde había otra piscina, sólo para nosotros 4, era baja aunque a medida que sube la marea, la piscina se llena mas.
Estar en este bello paisaje con esta agua tibia, un cielo celeste, una familia hermosa, un silencio, el mar que nos acoge, nos cuida, deleita, nos sostiene, me siento felizmente agradecida.
Creo que este ha sido el lugar más bello que me tocó por completo.
Me digo... me gustaría vivir aqui un tiempo, sin tener mas que hacer esto: contemplar en plenitud.
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