martes, 19 de julio de 2011

Casa de los abuelos



Hoy mis hijos en la casa de sus abuelos se sentaron a almorzar y el abuelo les dijo que tenían que comerse todo para poder tener fuerzas para picar la tierra. Ellos le prestaron mucha atención y comieron bastante bien.
Luego se pusieron las botas de goma para acompañar al abuelo a la chacra.
Primero pasaron por la huerta y sacaron lechugas, betarragas y rabanitos. De ahí se fueron a picar la tierra.
Abuelo y nieto mayor trabajaron con un azadón, como para mi pequeñín era muy pesado le prestaron un rastrillo. Encontraron lombrices y también papas que estaban brotando de la siembra anterior.
Mas tarde apareció la abuela para comentar que haría calzones rotos, así que mi primogénito la acompañó. A los pocos minutos mi pequeñín quiso pechuga y de ahí partimos todos a la cocina. Los nietos ayudaron a la abuela a amasar o mas bien jugaron con la masa.
Unos minutos después ya estaban fritos y pudieron comerlos. Al iniciar el regreso, dijeron que lo habían pasado bien y la abuela pidió que se repitiera la experiencia.

Mi intención es que por ambos lados puedan disfrutarse. Que les quede a mis hijos en la retina el trabajo de la tierra y también de la cocina. Además que sus abuelos puedan compartir y nustrirse de los niños ya que para ellos es la única experiencia que por el momento tienen.

Yo tengo muy buenos recuerdos de mis abuelos maternos y muy pocos de los paternos (mi abuela murió antes que yo llegara a este mundo) ya que no compartíamos la misma ciudad.
Gracias por este día, pudimos llegar sin problemas a nuestros destinos, además fue entretenido.

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