Ayer fu un amanecer temprano y aun con sentimientos desagradables, mas cuando llegué a la casa y no estaba la llave en el auto como siempre...mi marido la había sacado !!!
Luego llegaron los maestros y pude entrar, ver lo que había pasado.
Mientras esperaba que llegara el arquitecto caminé y caminé bastante, una hora aplanando el lugar para poder relajarme, para poder calmar la rabia, la desilusión y además ordenar las palabras para poder transmitir lo que realmente quería decir.
En el momento que nos vimos las caras quedé como en blanco, no sabía que decir ni por donde empezar...
Creo haber dicho todo, y quedar en paz con mi garganta.
Hubo promesas, disculpas, nuevos plazos y esperemos que así suceda.
Estamos cansados.
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