jueves, 4 de noviembre de 2010

A propósito del Machucaro, un correo a la familia.

Queria compartir con ustedes mi relato...
comentarles a los que no saben, que Machucaro ha dejado de existir, sufrió un accidente letal y estamos todos tristes por su partida.
A propósito de este accidente me he puesto a pensar que cuando un juguete se rompe, se pierde creo por ahora que no es tan bueno reemplazarlo, ya que mi hijo está entendiendo que si se rompió compramos otro y ya está.
No quiero que entre en el jugo del consumo, de tener y tener juguetes, si no mas bien que se entretenga con su hermano, que aprendan a compartir los juguetes, que regale los juguetes que ya no usan, que aprendan la hermandad, la solidaridad y que disfruten también con las cosas simples de la vida, que jueguen con tierra, con piedras, con semillas de los árboles y cosas por el estilo.
En relación al Machucaro que damos (el papá, mi primogenito y yo) en que se traería el caballo de palo que está en casa de sus abuelos y que no compraríamos otro.

Volviendo un poco a mi pensar, ya viene la Navidad (donde el mundo cristiano y nosotros, recordamos el nacimiento de Jesús) y para mi eso significa sencillez, compartir en familia, estar juntos y de dar gracias por ese milagro.
Es por eso que agradecería no nos volviéramos locos comprando juguetes. Entiendo que mis hijos son los únicos nietos por parte paterna y eso hace que uno quiera de alguna manera darles "todo". Yo agradecería ese “todo” lo guardáramos para los cumpleaños de los niños, donde ellos son sin duda los personajes principales, y en la navidad vivamos un poco mas la sencillez.
Desde ya muchas gracias por leer mi comentario, es sólo mi pensar y con eso no quiero pasar a llevar el de cada uno, que sin duda es tan importante como el mío.
Un abrazo a cada uno y muchas gracias.

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