Despertar en un segundo piso con un balcòn que tenìa una hermosa vista verde hacia unos hualles fue de maravilla, un lujo que agradezco podamos disfrutar, sentir la luz del sol, ver arboles y escuchar aves fue sentir que todo iba a estar bien estos días... hasta que llegamos al desayuno jajajja
No tener fruta en la mañana fue diferente, sin embargo se puede resolver fácil.
Estamos al lado de muchos cerros y allà vamos!!!
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