viernes, 1 de junio de 2012

Matrimonio, baile, baile, baile y baile

El sábado pasado fuimos al matrimonio de un primo… Para este evento quería llevar una ropa diferente, algo con que sentirme realmente cómoda y bella...di varias vueltas, me encontré con las mismas cosas muchas veces, hasta que por fin di con lo mío...me estaba esperando y a mis hombres les gustó.
Buscamos a una amiga que pudiera quedarse con nuestros hijos para que nosotros pudiéramos realmente disfrutar de la velada (que esperábamos fuera larga) sin culpas ni apuros. Habían pronosticado lluvia y se cumplió.
Partí temprano a la peluquería , estaba dispuesta a invertir para este evento, entonces me peinaron y maquillaron, nada exagerado, aunque quería que se notara la diferencia. A la hora de estar lista me veía bella y me sentía cómoda (a pesar de los tacones)
Partimos, mis hijos querían que nos quedáramos, hubo algo de caritas largas...Yo sentí a que era nuestro momento, algo que pocas veces tenemos, NUESTRO espacio, espacio como pareja, para relajarnos,compartir, estar con nosotros mismos, y sobretodo para bailar, los dos, y parrandear como no lo hacíamos hace 8 años.
La cena fue muy buena, para mi había un plato especial, delicioso. Cuando se dio inicio al baile, fuimos a la pista y casi no nos despegamos de ella. Bailamos y bailamos, se repitió bastante la cumbia, y eso no me detuvo, quería todo el rato estar con mi amado, seducirlo bailando, que nos conectáramos con nosotros mismos, con lo que somos, que nos reencontráramos... No me preocupé de los demás, de hecho varias veces recordé, "baila como si nadie te estuviera mirando" y lo practique. Mis caderas reconocieron las clases de danza árabe y mi marido también.Ellas estaban mucho mas relajadas y podía acceder a otros movimientos que antes nisiquera pensaba que existían. (parece que otros también lo notaron).Me sentí plena en la pista, con un marido guapo que en un momento me dijo: estas mas suelta de cadera, puedes decírselo a mi profe de árabe le dije..jajaja.
Volvimos después de las 4 am, dormimos poco, el cansancio lo arrastre por varios días, y VALIÓ LA PENA. 
Hace algunos días atrás le pregunté a mi marido si tenia algo que comentar en relación al matrimonio al que fuimos y me dijo: sentí que nos conectamos. Eso era lo que yo esperaba, las cosas sucedieron, puse de mi parte, el puso de la suya, yo no fui a pensar, ni a fijarme en los otros, sino a bailar y a estar con él. Gracias, mil gracias Gracias por el evento, por la cena, por cuidar a mis hijos, por la peluquera, por la ropa, por todo lo que fluyo para que nosotros estuviéramos ahí, incluso por la lluvia.
Espero que esto suceda mas a menudo.

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