lunes, 16 de agosto de 2010

Y la salida fue…

Amanecimos temprano, había que hacer almuerzo para los niños, dejar mas o meno ordenado y partir a dejar a los críos.
Corrimos para todos lados, dejamos a los niños, di pechuga y nos fuimos. Íbamos con tiempo al espectáculo y sin embargo llegamos justo a la hora. Uf, que alivio, nos sentamos, yo llevaba el paquete mas grande que encontré de cabritas, era nuestro almuerzo, y además estaba ansiosa. De tanto masticar las cabritas (nuevamente) se me trabó la mandíbula…
El espectáculo fue de una destreza humana física notable, cómo es el estilo, aunque el tono era mas sombrío que el de años anteriores.
En el intermedio, por supuesto, llamé para saber como estaban las cosas con mis crios, ya habían llegado refuerzos y estaban todos almorzando…lo que yo les había cocinado, no les gustó, así que estaban comiendo el almuerzo de la casa, mientras coman, no hay drama.
Seguimos la segunda parte del espectáculo, que era tan bien trabajado como la primera. Lamentablemente llegó a su fin, el tiempo pasó volando.
Y nosotros hicimos lo mismo a casa.
Me hubiera gustado algo mas de pololeo…eso extrañé.

Mil gracias por cuidar a mis hijitos, mil gracias hijitos por portarse bien.
Será hasta… quizás tal vez no pase tanto tiempo para la 3ª salida solos.

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