“Gracias por sacarnos a pasear” Esta frase fue la que le dijo mi marido a una visita que venía del otro lado del charco.
Cuando se la dijo me reí, sólo que luego le tomé el peso a su significado.
Nosotros normalmente nos movemos dentro de la ciudad, con las familias y quehaceres, no vamos a la playa por iniciativa propia (y aquí hablo de mi). Sin embargo esta agradable, suave, tierna y amorosa mujer nos hizo movernos de nuestra inercia y salir a mostrarle la zona centro de Chile.
Esta guapa visita es amiga de mi mejor amiga, y tuvimos la gracia de poder conocerla y compartir algunos buenísimos momentos con ella.
Mi primogénito se subió en sus brazos como si la conociera de toda la vida, regaloneo y ella se lo permitió como si fueran muy cercanos. Gracias por eso.
Lamentablemente el tiempo pasó muy rápido, cada uno se queda con hermosos momentos y yo muy agradecida de la vida por esta oportunidad. Espero que sea la primera.
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