Hoy me tocó ir a trabajar en una feria, fui a vender. Mis hombres me fueron a dejar, mi marido me ayudó a ordenar mientras mis hijos jugaban. Cuando llegó la hora de ir a hacer las compras de nuestras verduras, mi primogénito se quiso quedar conmigo “vendiendo”, mientras el papá y su hermano iban a buscarlas.
Mi hijo se portó muy bien las horas que se quedó conmigo, me acompañó un rato, hizo de modelo y jugó con otros niños sin ninguna complicación.
Luego el papá lo fue a buscar para llevarlo a almorzar y nuevamente se fue sin reclamar.
Después de ordenar en casa y cuando ya habíamos almorzado todos, salimos a dar una vuelta al parque, mis hijos jugaron respetando a los demás niños, pidiéndole los juguetes y devolviéndolos cuando era el momento, también mi primogénito fue capaz de prestarle su camión a una niñita que se lo pidió.
Se portaron maravillosamente bien y quedaron con arena hasta en sus partes íntimas…
Luego tomamos helado y nos vinimos a la casa, comimos, los bañamos, jugaron en el agua, nos mojaron a nosotros, se rieron, se hicieron cosquillas, se tomaron el agua con jabón.
Mi pequeñín tomó pechuga y se durmió rápidamente. Yo fui donde mi primogénito a darle las gracias por lo bien que se había portado y por haberme acompañado durante la mañana y le leí un cuento. Me pidió quedarse con el papá aunque luego llegó a mi cama a regalonear, estirando el día al máximo, fue rico tenerlo aquí un ratito y ahora el papá lo acompañó a su cama, creo que los dos se quedaron dormidos….para variar…jajaja.
Gracias Diosito por un hermoso día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario