La mayoría de los lugares donde fuimos a comer en estas vacaciones tenían a lo menos una pantalla, un distractor, algo para que la gente ocupara su atención no en la comida ni en la compañía, si no, en la tv.
Con mi amado queríamos que los niños nos prestaran mas atención, entonces habían historias de por medio, a veces lográbamos cautivarlos, pero duraba poco. Un día entramos a una cafetería que no tenía pantalla, la atención fue amable, la comida rica, el lugar bien iluminado y limpio.
Pudimos comer en forma consciente, hablar, incluso jugar. Fue muy entretenido y se los hicimos saber a los niños. Muchas gracias, fue un almuerzo muy amigable.
Ojala la gente entendiera que una alternativa de volver a lo natural es sacar las pantallas, mirarse a los ojos y entrar en comunicación, incluso poder compartir la mesa con otros que no conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario