miércoles, 31 de agosto de 2011

Berrinche

Por la tarde fui con mis hijos caminando a comprar pan, entonces ellos como siempre me pidieron comer pan, yo no quería darles, ya que debíamos volver a casa a tomar la colación. Sin embargo fue tanta la insistencia que les di solo un pedazo pequeño. Mi primogénito lo tomó y se lo comió sin problemas. El pequeñín hizo un tremendo escándalo, (ya que quería un pan entero) primero se puso a llorar, luego tiró el gorro al suelo (esto en la vereda) y gritaba…los llanto se escuchaban de varios metros, mi primogénito fue y le recogió el gorro, se lo pasó y lo volvió a tirar, entonces volvimos a caminar( mi hijo mayor y yo) mientras mi pequeño gritaba solo y lloraba, le dije que caminara (mi gran susto era que se fuera para la calle), mi hijo mayor se devolvió a buscarlo, le pedí que lo dejara tranquilo que no se metiera, entre otras cosas porque mas gritaba y no avanzaba hacia nosotros.
En eso una señora pasó por la vereda de enfrente con unos perros grandes y mi pequeñito caminó hacia nosotros, cuando los perros pasaron volvió a acordarse de su enojo y tiró el gorro justo al lado de una rueda de un camión estacionado, mas nervioso se puso y mi hijo mayor nuevamente fue en su auxilio, lo cual paré. Mi pequeñín volvió a recoger su gorro y un poco mas allá a tirarlo, esta vez mi primogénito lo recogió y se lo quedó. Luego se puso a hacer pucheros porque la situación lo superaba.
Paramos a conversar, mi hijo estaba triste porque su hermano menor lloraba y yo no le hacía caso a su petición “darle un pan entero” intenté explicarle que el pan no correspondía a esa hora y que hay cosas que por mas que llore o patalee yo no se las voy a dar. Y que agradecía la preocupación por su hermano y el cuidado que le daba. QUE ERA UN HERMANO MARAVILLOSO.
Por otro lado mi pequeño al fin cedió y pidió “el pedacito” de pan. Fue una larga, pataleta y espero que ambos hayan comprendido. Por otro lado no me superó, bien por mi.

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