miércoles, 3 de diciembre de 2008

Todo por una gomita…

Se me ocurrió la mala idea de darle a probar una gomita a mi hijo y por supuesto después quiso mas, acto al cual no accedí, eso conllevó a un llanterío largo y que finalmente me dio rabia… y le terminé gritando par que “me entendiera”
Finalmente me pidió que lo acostara, ya calmado
Después de un rato me vino toda la pena, por la situación, nunca debí darle una gomita, y menos haber sido tan dura…
Lo fui a ver, le dije cuanto lo amaba, me sonrío luego me hizo chao, porque parece que se va a dormir su siesta
Aun así, se me llenan los ojitos de lagrimas, no se si será el embarazo que ando tan sensible…
Llamé a mi marido para sentirme algo consolada y para peor no lo encontré...
snif

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