sábado, 20 de diciembre de 2008

Sobremesa

A la hora de almuerzo conversando con la nana me daba cuenta lo rápido que pasa el tiempo.
De como valió la pena tomar en brazos a nuestro bebé todo el tiempo que quise, sin hacer caso a eso de “se van a acostumbrar a los brazos” ahora camina y no quiere que lo tome a cada rato, (lamentablemente con el embarazo tampoco puedo hacerlo todo lo que quisiera),de darle pechuga hasta que creí necesario para él (aun cuando uno lo vive es agotador).
Cuando me dijeron ey !! porque no te pones a su lado en su cama hasta que se duerma… yo pensé: no, es como volver atrás, él ya se dormía solo.
Me doy cuenta hoy que hay que disfrutarlo, hacerle cariño mientras se duerme, de masajearlo, de sentirlo a mi lado cuando va cerrando sus ojitos, seguro sólo será un tiempo y luego lo miraré como un pequeñísimo tiempo en el resto de la vida.

Ya tiene un año 9 meses y la mayoría de esas etapas ya han pasado, y son nada en el tiempo. Seguramente vendrán otras diferentes y creo que hay que mirarlas con esa perspectiva, de lo rápido que pasa el tiempo, de vivir el presente, mas que pensar siempre en el futuro. Crecen tan rápido y hay aprovechar al máximo. Esta ha sido mi experiencia en este corto tiempo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Encuentro muy válido tu consejo, me gusta disfrutar de mi pequeña cada vez que puedo. Aunque me culpan de regalonearla demasiado, siento una paz inmensa cuando la hago dormir entre mis brazos, o acostada sobre mi pecho.