De la biblioteca del colegio nos invitaron a contar cuentos para terminar la semana del libro, entonces me pareció interesante poder contar uno de la India personificando a una mujer. Hice de cortas gestiones y un amigo me consiguió un sari, así fue como me proyecté para esa tarde, quería disfrutarlo.Este es un paso más, para llegar a mi clases de yoga, (examen) relajada, empoderada. No era suficiente leer los cuentos en la radio, hay que ir y contarlos, ni siquiera leerlos.
Estar ahí, ver como te miran, cómo te prestan atención,saber como llegas, lo cautivante que se puede ser.
AGRADECIDA DE LA POSIBILIDAD.
Vamos por mas desafios!
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