Entonces mi súper y generoso caserito dijo que era una buena idea. El perro ayer me ocupó mucha energía y tiempo de hacer otras cosas. Fue bien recibido, querido y cuidado por los niños.
Mi papá para mi sorpresa dijo que si., El cachorrito de 2 meses pasó la noche en mi casa y como comenzó a aullar yo decidí dormir en el sillón con el y fue el santo remedio. Hoy al despertar lo saqué al patio e hizo pipí. Se portó bastante bien, aunque es un perro que por ahora necesita compañía, no quiere estar solo. Hoy mientras estuve con él (ya me reconoce) lo disfruté al máximo, ya que sabía era mi último día con él.
Cuando llegó la hora de despedirse mi pequeñín se puso a llorar con mucha pena porque l perrito se iba. yo sin embargo estaba agradecida de la compañía del animalito y de las ganas que tengo de tener un perro. lo disfruté al máximo y me siento contenta por eso.
Gracias por la generosidad.
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