martes, 4 de octubre de 2011

Allegado


Ayer por la tarde una pequeña vecina me pidió si podía ayudarla a sacar un pájaro que estaba en el living de su casa... cuando llegué no había nada, por ninguna parte. Ya me iba cuando lo descubrí en la esquina del jardín, era pequeño y con cara de asustado, era un zorzal bebé que seguramente se cayó de su nido. Intenté tomarlo para ponerlo en alguna parte mas segura, en eso llegó su madre, supongo, y me piaba furiosa y nerviosamente, el pajarito al escucharla se quedó quieto como momia, entonces le dije a su madre, que sólo quería ayudar, ella se fue, el pajarito salió al pasaje y se puso en mitad de la calle. Llamé a un amigo veterinario y le pregunté que podía hacer, me dijo que lo dejara en el patio de mi casa, que su madre lo alimentaría...
Cuento corto, el pajarito paso la noche en el patio trasero de nuestra casa, su madre efectivamente viene a alimentarlo varias veces al día, es impresionante como lo cuida. El le abre al boca cada vez que ella llega con algo. Mis hijos hoy no han podido salir al patio, ya que la madre se va apenas siente ruido y el pajarito se pone nervioso.
Les puse agua, algunas migas de pan, fruta partida y algunos cereales. Han pasado muchos zorzales, no se si son todos de la misma familia o hay competencia por los alimentos. Espero que aprenda luego a volar ya que si no se me va a secar el pasto y las calabazas que recién salen.

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