Creo que desde que soy madre, estoy siempre en eso.
Intentando estar con mis hijos todo el tiempo, si salgo, hago lo que tengo que hacer lo mas rápido posible para volver con ellos. Siempre pensando en que es mi deber estar.
El otro día había tenido una tarde dura, mi pequeñín con su resfrío no quería comer y eso nos agota. Entonces decidí salir sola a dar una vuelta para despejarme un poco, al pararme en la puerta hubo llanto de mi primogénito porque quería acompañarme y no lo llevé.
La noche estaba preciosa había una luna maravillosa y me quedé mirándola un rato, de inmediato vino a mi mente ir a buscar a mi hijo para mirarla juntos y pensé: la vida ya me tiene mas que domesticada en el ser madre.Tengo la impresión que a los hombres eso les sucede menos o casi no les pasa.
A veces siento que ni siquiera tengo permitido el sentir placer, porque estoy siempre en mis responsabilidades, y termino agotada, en cambio veo a mi marido pasándolo bien, saliendo, haciendo cosas que yo no hago, porque no me nacen…
Tal vez me estoy avinagrando… eso si que sería trágico!!
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