domingo, 26 de abril de 2009

Confieso

Confieso que amo a mis hijos.
Confieso que el mas pequeño me cautiva al igual que el mas grande.
Confieso que su olor me ha quedado registrado en la memoria corporal.
Confieso que cuando lo veo tan pequeño, indefenso, con movimientos como de muñeco de trapo me siento muy necesaria.
Confieso que sacar la cuna del pequeñín de la pieza para que el mayor no se sintiera celoso me dolió.
Confieso que me lo llevo a mi cama en las noches porque me encanta dormir con él.
Confieso que me gustaría seguir teniendo bebés en casa y en mi cama, cuidarlos, amantarlos, mudarlos, olerlos, besuquearlos, regocijarlos.
Confieso que cuando recuerdo los embarazos y en especial este último con dificultades, pienso que es mejor ya no pasar mas por eso.
Confieso que le pedí a mi gine que me diera una solución definitiva para no volver a embarazarme.
Confieso que finalmente no hicimos nada.
Confieso que hoy disfruto mas de mi hijo por la experiencia con el mayor.
Confieso que me gustaría tener un clon para poder darle a cada uno de mis hijos la exclusividad que quieren o que necesitan.
Confieso que ser madre es difícil, una larga tarea y que vale la pena.
Confieso estar agradecida de la vida por mis maravillosos hombres.
Confieso que estoy enamorada.

1 comentario:

Magdalena dijo...

Tengo un amigo que dice que si uno no aprende a compartir el amor de los padres/madres, no aprende a compartir nada en la vida.
Así que un clon no le haría bien a tus niños. Es lo que les toca vivir para crecer. Ellos y una como mamá.
Suerte con los cambios