domingo, 17 de mayo de 2020

Al otro día

LE conté a un amigo lo que me había pasado en mi ida al cementerio y al día siguiente me dice: camino a mi trabajo pasé por el cementerio y saludé a tu mamá, ya se donde está, así que pórtate bien, por que si no te voy a acusar. De mis ojos salieron nuevamente las lágrimas, entre emoción y pena.
Me sentí profundamente agradecida.

No hay comentarios: