Me dieron la posibilidad de ir a presentar el yoga que yo practico a un centro donde tienen actividades para ciegos.
Estaba bastante nerviosa, sin embargo al llegar me di cuenta que todos eran de al tercera edad y que algunos tenían algo de visión. Uno de ellos que era completamente ciego, desde que nació, él tenía un humor chispeante, de pronto algo irónico, aun que me reí mucho.
Me di cuenta también de lo afortunada que soy en ver, no me imagino no viendo, él comentó que ni en sus sueños ve, y claro, nunca ha tenido la experiencia, por lo que su cerebro no sabe de lo que habla.
Los dados están tirados, ahora depende de ellos tomar o no clases, hay que esperar a que definan que actividades hacer.
Agradecida de la experiencia.
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