Hoy mi hijo tenía hora al odontopediatra, no era ninguna de las dentistas que me habían recomendado, sino la que tenía disponibilidad de hora…
Yo estaba nerviosa desde ayer, la primera visita al dentista que había tenido mi hijo había sido muy traumática, no sabía como iba a reaccionar. Le comenté lo que haríamos y pidió que el papá lo acompañara, por supuesto su papá estaba ahí cuando nosotros llegamos.
Yo iba con el alma en un hilo…
Entramos con los dos crios en brazos uno cada uno, sólo que mi pequeñín se quiso bajar muy pronto, en cambio mi primogénito se demoró mas de media hora en tomar confianza y sólo después que su hermanito había cautivado a la asistente dental.
Finalmente la odontopediatra sólo conversó con él y le dio una charla de limpieza, dijo que hay que ponerle fluor en un mes más y estar observando a ver que sucede con su paleta.
De regreso a casa (yo mas relajada) caminamos un rato, fuimos a comprar pan y visitamos la plaza.
Confiemos en que la naturaleza llevará el diente por un buen camino y se caerá cuando corresponda, por ahora se está poniendo un poco oscuro.
Diosito gracias por otro día.
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