domingo, 20 de julio de 2008

Amigos circunstanciales

Hace un poco más de 2 años que llegamos a esta casa, el día del cambio vino la vecina a presentarse, desde entonces ella me cayó muy bien.
Muy de a poco nos fuimos conociendo, ella estaba embarazada, luego me tocó a mi, nuestros hijos tienen 8 meses de diferencia. Y nosotros 4 andamos por los treinta y tantos.
Cada vez que nos veíamos conversábamos un poco, intercambiábamos experiencias, tomábamos once en alguna de las casas, fuimos de alguna forma aprovechando que las circunstancia nos juntaron, para ir conociéndonos cada vez mas en profundidad.
Un día nos dijeron que andaban buscando casa para comprar…buuu pensamos nosotros, no queremos que se vayan, sin embargo cuando teníamos un dato, se lo dábamos, así pasaron los meses y no encontraban casa. De pronto sucedió el milagro para ellos de encontrar el lugar adecuado, el que estaban buscando.

El hijo de ellos le dice ñaña a las galletas, que por cierto le gustan mucho, y las nombra bastante. Y A nuestro hijo le dice guagua, cada vez que mira nuestra casa pregunta por èl.
Dicen por ahí que no hay plazo que no se cumpla, pues bien ayer fue “el día” muy temprano llegó el camión de la mudanza, y eficientemente en pocas horas tenían todo cargado….
Salimos los 3 a darles la despedida, abrazos que de alguna forma expresaban el cariño de estos 2 años.
Su hijito producto del ajetreo no se encontraba y cuando salieron del pasaje con el auto mi hijo preguntó ñaña??? No ta se contestó, entre al risa y algo de penita corrimos a contarles que mi pequeño preguntaba por su primer amiguito…

Hoy a la hora de dormir, mi hijo nuevamente preguntó por su amigo ñaña, con mi marido nos miramos, los ojos se nos llenaron de lagrimas y le dijimos, ya no está, se fue, está en su nueva casa.

Nos seguiremos viendo?... sólo la vida y el tiempo lo dirá…

miércoles, 9 de julio de 2008

A ustedes les pasa?

Como no he tenido la posibilidad de conversarlo con mis pares que se encuentran en las mismas condiciones, les escribo para preguntar…

Hay momentos en la vida de sus hijos que les dan ganas de mandarlos a la cresta?, momentos en que la paciencia ya no da para mas.
Cuando lloran y lloran y uno no sabe por qué?
O cuando están cateteando al lado y uno busca algo de tranquilidad?
O cuando no pueden dormir?
O esos momentos en que es necesario cambiarles el pañal y se dan vuelta para todos lados y no se quedan quietos?
Les dan ganas de cerrar la puerta por fuera y dejarlos ahí y salir corriendo??

Y luego viene ese sentimiento de culpa, porque me comporto como mala madre?, es mi hijo, tengo que quererlo…
A veces me sucede que me encuentro con mi sombra, aquella que me gustaría no ver, aquella que me hace sentir que amo a mi hijo profundamente, sin embargo hay instantes en que lo dejaría solo, en que le pegaría un par de palmadas para que se quedara quieto.
Que duro escribir sobre esto, sin embargo me sucede, y a uds? Les pasa? O sólo me pasa a mi?

Por favor contéstenme!!

Aviso

Busco un ángel de la guarda
Puertas adentro
Todo servicio
Guste de persona noctámbula
neurótica
viciosa
autodestructiva
Buen sueldo
llamar a mi casa.

Del libro:Prójimo de nadie ( Carmen Gloria Berríos)

martes, 1 de julio de 2008

Siesta

Le costó pero finalmente se durmió, me pregunto si será bueno obligarlo a dormir siesta? O esperar a que tenga sueño?, tal vez debería experimentar a que si lo tenga
Tal vez mañana probemos de otra forma
Mientras tanto pienso en mi marido, lo cambiaron de función en su trabajo, por merito propio, y parece que yo no le he dado la importancia necesaria.
Sólo que creo que mientras no vea resultados concretos, para mi es sólo trabajo, Lo ideal sería que llegara siempre temprano, para poder regalonear mas con él.

Los trabajos deberían ser así, que la gente ganara bien, cumpliera con su trabajo en el horario que corresponde, las relaciones en la oficina fueran buenas y por supuesto el tiempo con la familia fuera lo primordial, o el tiempo para estar con uno mismo.
Me cuesta entender esa gente que vive metido en la oficina hasta los fines de semana, largas horas, como si afuera no pasara nada…En fin, ya me extendí en la conversa y para variar me fui para otro lado.

Mi hijo despertó, así que voy por la mamadera