Quiero dar espacio para aquellos que necesiten que alguien los escuche.
Quiero poder hacer que esas personas se sientan acompañados.
Quiero poder desplegar lo que traen e intentar hacer preguntas nuevas que permitan otro orden y en esa nueva vista tal vez soluciones.
Creo que con esto es suficiente, lo que suceda entre medio todo puede ser una ganancia.
Luego de una semana con una gran contractura en un gemelo y de caminatas con poca inclinación me fui al cerro, esta cumbre me estaba llamando hace rato, quería volver a subir porque me parece que su inclinación es dura en la ultima parte y me sentía bastante mas preparada para tomarlo, y lo mas llamativo es que tenía algo de nieve. Por mas que pregunté a mis conocidos quien pudiera acompañarme, nada resultó, supuse que hay caminos que se recorren sola.
La última parte antes de llegar a la cumbre, hice una fuerza con el gemelo que creí estaba listo y me dio un tirón del terror, como la parte que me faltaba por subir era en un ángulo de mayor elongación seguí, y aguanté, a esa altura 2 hombres también iban subiendo y sirvió para acompañarnos y decidir por donde estaba menos resbaladizo.
Al llegar arriba fue MARAVILLOSAMENTE SORPRENDENTE, me sentí agradecida de poder estar ahí, nieve, cerros, aire limpio, mi corazón emocionado. Al frente mío otro cerro que quise subir en el verano pero no resultó, creo que tendré que esperar a la primavera, con un terreno mas seco y con mas luz.
La bajada fue como nunca con varios porrazos, sólo tenia una caída en cerro, pero ahora fueron a lo menos 5, estaba mi trasero completamente mojado, además se me pasaron los zapatos, sabía que el camino de regreso era parte del todo. Me encontré con una chica, que por la ropa que llevaba me imagino que los cerros era lo de ella. De todos modos le dije que tuviera cuidado por que estaba con mucho barro, y me dijo: soy miedosa voy lento, al despedirnos le digo: dale con tu miedo, pero recapacité y le dije: mas bien adelante con tu valentía! si me dijo. Yo también voy mas allá de mi miedo, dándole espacio a mi valentía.
Mis compañeritos momentáneos se adelantaron hasta desaparecer de mi vista, yo fui mas lento, como siempre contemplando, disfrutando, agradeciendo.
De pronto pareciera que todo ya está, y sigues buscando excusas, creo que llegó mi tiempo, no mas excusa. Vamos por mas, que la vida pasa y me quedo con las ganas de hacer lo que quiero.
Es necesario decretar, para que las cosas sucedan, y también pedirle al universo que se encargue de los detalles. Por mientras avancemos.
En esta mañana lluviosa donde había pensado ir a subir un cerro, ha sido cambiado por la lluvia, por su sonido, por agradecer que esta hermosa cantidad de agua nos ayuda a limpiar el aire, a tomar otros ritmos, a saber que cuando el suelo está mojado es mejor ir con cuidado, tanto si caminas, como si vas en vehículo.
Veo la lluvia, el color del cielo, como se mueve el alto árbol de la esquina. Me senté a escribir un correo relacionado con una reunión de apoderados, pero desde la mirada propia, intento aplicar lo sucedido, pero cargado de lo emocional, me pregunto si últimamente estaré volcada mas hacia el vaso lleno? hacia agradecer lo que soy, lo que tengo, lo que no soy, lo que no tengo y buscar siempre desde lo positivo?
Mi vida va tomando el rumbo quiero.
