Venimos llegando de una experiencia tan distinta con mi hijo menor, una experiencia de jugar basquetbol en silla de ruedas, ya conocer gente nueva es un lujo, otro que te acepten, que te permitan entrar es un super lujo. Me siento profundamente agradecida de la posibilidad, del profesor que tienen, que logra captar el milagro de la vida y siempre tiene bellos comentarios.
Sentí que la verdadera inclusión estaba en los jugadores, que sin peros lo dejaron jugar.
Cuando terminó el entrenamiento, lo hizo hablar y pude notar a mi hijo profundamente emocionado, eso me llena el alma. Creo que mi misión en la vida es llenarlos de estos momentos, de estos regalos, que aprendan a atesorarlos desde el alma, y que les queden marcados para la vida.
Eso es la vida, MOMENTOS, cada segundo de la vida es un momento que no se repite, la vida es un milagro, y cuando captamos eso, creo que vivimos de forma mas consciente, entonces aprendemos a administrar nuestro tiempo, nuestra vida desde lo que en verdad importa.
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