Cuando subo cerro con mujeres normalmente voy primera, ahora que recuerdo, en mis caminatas con hombres sólo 1 vez he ido atrás. Me doy cuenta que eso me ayuda a orientarme, a marcar mi ritmo, a buscar a veces el camino mal señalado siguiendo las huellas de otros, decidiendo por dónde es mas seguro caminar para mi y para quienes me siguen, manteniéndome atenta a quien me acompaña que no quede demasiado atrás, o le pase algo.
Cada vez me detengo a contemplar el camino, la vista que rodea mi entorno, la luz, las rocas y cada vez que puedo me acuesto en alguna, escucho los sonidos o el silencio y absolutamente disfruto del lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario