martes, 26 de abril de 2016

Con el sentimiento en la garganta

La cena en casa fue bien desastrosa, mis hijos se pusieron a jugar, entre ellos y con la comida, de a poco fue subiendo mi volumen de voz, mi paciencia fue agotándose y todo se puso feo...
La ducha de los niños fue pesada, ver a mi primogénito llorar, entonces me comienzo a cuestionar si lo que hice (las medidas tomadas) fueron las adecuadas? si vale la pena? si le pongo demasiado? y me cuestiono? y luego repaso en mi cabeza las cosas, vuelvo a gritar y finalmente las cosas se calman, no tan de buena manera, si no bajo mi dictadura, y hablamos y se duermen, y yo me sigo sintiendo mal....Y mi garganta se aprieta.

Mi marido vuelve de la reunión de colegio con flores y yo digo, deberían quemarme en la hoguera y tu me traes flores y me dice, siempre hay momentos como esos...
cómo hacer para que ya no existan???

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