domingo, 14 de junio de 2015

Y se fue arreglando el día

La mañana había comenzado bien, aunque un poco fría.
Sin embargo en la medida que me fui metiendo en el quehacer familiar la cosa fue cambiando de color, para mi, eso si.
Sigo dándome cuenta que aun me falta tanto por avanzar, que mas bien siento que retrocedo, y lo peor es que siempre hay alguien que te lo recuerda.
Fue un día de lagrimas silenciosas.
Lo bueno es que al final de la tarde la vida me llamó y con ella trajo a alguien que este año me he reencontrado y que me hizo aportes siempre desde lo positivo, no desde lo destructivo.
Fue un alivio para el alma, lo agradezco.
Gracias a la vida nuevamente.
Vamos a seguir caminando.

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