Desde ayer por la noche ya decidí firmemente no dar mas pechuga a mi pequeñín, excepto para que se duerme, todas las otras despertadas serán sin pechuga. Ayer fui a verlo cada vez que despertó, que afortunadamente solo fueron 2, aunque cada una debe haber durado mas de media hora de reclamo, llanto, patadas, y demases…
La verdad es que estoy cansadísima de los despertares y de mis levantadas nocturnas, que son varias cada noche, entre 4 y 6.
Creo que ya está en una edad en que debe dormir de largo y con la cena debería ser suficiente, estoy segura que no despierta de hambre.
Ha sido duro, hoy la primera despertada lo cuidó mi amado, pero partimos con drama... es dura la situación, sin embargo está la convicción que al salir el sol habrá pechuga nuevamente.
Se que está bien, es necesario.
1 comentario:
Ale, yo desde los seis meses de mi hija que colechamos en familia y eso ha sido genial para mi calidad de vida. Ella jamás ha llorado para pedir comida, la busca sola y yo ni me acuerdo de haber despertado. Ahora que está más grande pusimos una cama al lado de la nuestra para que tenga más espacio (y nosotros también) y todo sigue igual. Creo que el colecho que partió por una casualidad fue la respuesta a mis plegarias del buen descanso.
Cariños.
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