Hoy ha dejado de existir mi querida y última mascota, mi perrita ALMENDRA.
Llegó a mi de un mes…era pequeña, del tamaño de mi zapato.
Llegó a la casa, cuando mi otra perita , Caluga, ya tenía su territorio muy bien delimitado, sin embargo la Almendra revolvió el gallinero, le mordía la cola, la cateteaba todo el rato con su energía infantil que era inagotable, mientras Caluga, que ya era viejita se agotaba, aunque pude notar que su energía también se renovó y de alguna forma rejuveneció.
Ambas tuvieron sus rápidos encuentros, fueron las dos muy regalonas y diferentes en carácter e inteligencia.
Cuando Caluga murió, Almendra se calmó, y la extrañó. Ella pasó a ser la dueña y señora, y se puso mas regalona aún.
Hace unos días atrás, la nana de mi papá que cuidaba de Almendra, me dijo que estaba decaída y un par de días después me lo repitió, el veterinario la fue a ver, encontró unas masas en su abdomen y se la llevó para exámenes. Estos fueron determinantes, un cáncer de tipo linfoma (estaba en todos sus ganglios), para lo cual se podía intentar el tratamiento oncológico con resultados no muy buenos.
La fui a ver la semana pasada, estaba muy decaída, ni siquiera reaccionó al verme, tenía los ganglios MUY inflamados y me fui mal.
Durante la semana llamé para saber como iba todo y parecía que mejoraba un poco.
Ayer la fui a ver nuevamente y me quise arrancar, ella estaba muy hinchada, con una escaras grande en una pata y comenzando ha hacer otra. Seguía sin reaccionar frente a mi presencia (nose si porque no podía o porque me odiaba). Le pedí perdón, sentí que era lo que correspondía, ya que desde que me casé, el tiempo para dedicarle a ella disminuyó mucho y más cuando nacieron mis hijos.
Conversé con algunas personas entendidas en el tema y me cuestioné todas las posibilidades. Finalmente y con el drástico diagnostico decidí que dormirla era lo mejor.
Llamé al veterinario, le dije cual era la decisión, me dijo que a su parecer era lo adecuado, le dije que no era capaz de estar con ella en ese momento, que no tenía la valentía de hacerlo, que me disculpara.
Que por favor él la acompañara en su último momento…
El proceso ya se realizó…
Mi marido hizo un salud por ella, dijo que se lo merecía, que había sido una buena muchacha…
Yo sólo tengo pena y muchas lágrimas por caer aun.
Querida pequeña, espero que te hayas encontrado con la Caluga, que nuevamente la molestes y puedan jugar, que estés sin dolor y que me perdones por todo.
Gracias por los momentos que nos diste, por jugar con los niños y por aguantarlos tanto
Seguirás siendo Grande !!
Llegó a mi de un mes…era pequeña, del tamaño de mi zapato.
Llegó a la casa, cuando mi otra perita , Caluga, ya tenía su territorio muy bien delimitado, sin embargo la Almendra revolvió el gallinero, le mordía la cola, la cateteaba todo el rato con su energía infantil que era inagotable, mientras Caluga, que ya era viejita se agotaba, aunque pude notar que su energía también se renovó y de alguna forma rejuveneció.
Ambas tuvieron sus rápidos encuentros, fueron las dos muy regalonas y diferentes en carácter e inteligencia.
Cuando Caluga murió, Almendra se calmó, y la extrañó. Ella pasó a ser la dueña y señora, y se puso mas regalona aún.
Hace unos días atrás, la nana de mi papá que cuidaba de Almendra, me dijo que estaba decaída y un par de días después me lo repitió, el veterinario la fue a ver, encontró unas masas en su abdomen y se la llevó para exámenes. Estos fueron determinantes, un cáncer de tipo linfoma (estaba en todos sus ganglios), para lo cual se podía intentar el tratamiento oncológico con resultados no muy buenos.
La fui a ver la semana pasada, estaba muy decaída, ni siquiera reaccionó al verme, tenía los ganglios MUY inflamados y me fui mal.
Durante la semana llamé para saber como iba todo y parecía que mejoraba un poco.
Ayer la fui a ver nuevamente y me quise arrancar, ella estaba muy hinchada, con una escaras grande en una pata y comenzando ha hacer otra. Seguía sin reaccionar frente a mi presencia (nose si porque no podía o porque me odiaba). Le pedí perdón, sentí que era lo que correspondía, ya que desde que me casé, el tiempo para dedicarle a ella disminuyó mucho y más cuando nacieron mis hijos.
Conversé con algunas personas entendidas en el tema y me cuestioné todas las posibilidades. Finalmente y con el drástico diagnostico decidí que dormirla era lo mejor.
Llamé al veterinario, le dije cual era la decisión, me dijo que a su parecer era lo adecuado, le dije que no era capaz de estar con ella en ese momento, que no tenía la valentía de hacerlo, que me disculpara.
Que por favor él la acompañara en su último momento…
El proceso ya se realizó…
Mi marido hizo un salud por ella, dijo que se lo merecía, que había sido una buena muchacha…
Yo sólo tengo pena y muchas lágrimas por caer aun.
Querida pequeña, espero que te hayas encontrado con la Caluga, que nuevamente la molestes y puedan jugar, que estés sin dolor y que me perdones por todo.
Gracias por los momentos que nos diste, por jugar con los niños y por aguantarlos tanto
Seguirás siendo Grande !!
1 comentario:
Entiendo perfectamente tu sentimiento, pues las mascotas al fin y al cabo son casi unos hijos, cuando se nos mueren parece que queda un gran vacío en los hogares.
Cuando quedé esperando a mi pequeña Rosario me sentia muy sola en casa ya que mi marido se iba todos los dias al trabajo y yo quedaba acá, me ofrecieron un perrito Maltés de 4 meses y lo acepté, no me arrepiento, esa criatura alegraba todos mis dias, pasabamos juntos nuestros ratos, saliamos a jugar al patio y regaloneabamos como madre e hijo, yo sentia que mi pequeña desde la panzita estaba feliz con esos ladridos. Cuando nacio Rosario el quedo bien desplazado, un bebe recien nacido requiere cuidados exclusivos de su madre y fue mi perrito, Philippo, quien pagó el pato. A pesar de eso, mi marido se encargaba de salir a jugar con él. Deciamos que cuando ya mejorara el tiempo saldriamos los 3 a jugar, pero cuando mi pequeña tenia 21 dias de nacida mi perrito se tragó un hilo de la alfombra, eso hizo un estrangulamiento del intestino con lo cual fue imposible salvarlo, pese a los intentos del veterinario quien siempre me atendio con mucho corazón. recuerdo cuando me llamaron de la veterinaria para decir que Philippo habia muerto, yo explote en lagrimas, no sabia que hacer, no fui capaz de hacerme cargo de su cuerpo y le pedi al vet. que se hiciera cargo de él, fue una experiencia muy triste. Pero yo lo recuerdo ahora con amor, se que esta en el cielo cuidando a mi pequeña y a nosotros, es nuestro guardian.
UNa amiga me dijo que el seguiria conmigo mientras lo recordara. Tiene razón.
Te mando muchos cariños y fuerza, ella te estara cuidando desde alla arriba.
e.
Publicar un comentario