lunes, 9 de noviembre de 2009

Cati

Querida Cati, en donde quiera que tu alma se encuentre, te quiero contar que me he acordado mucho de ti.
Una vez que te fui a ver a la clínica me preguntaste: crees que tu hijo es feliz? (en aquel entonces sólo tenía un hijo), yo te dije que no lo sabía.
En estas últimas semanas dos personas de distintos lugares me han dicho que mis hijos se notan seres felices. Se les ve en los ojos.
Que ganas de haberlo compartido contigo, de que los vieras como han crecido, lo hermosos y sanos que están, que ganas de que lo comprobaras personalmente…
Supongo que de todas formas puedes verlos, tal vez sentirlos y tener la certeza de que son felices.
Un abrazo, desde mi alma.

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