Hemos decidido de forma poco conciente estar siempre en casa para la hora de la cena de mi hijo, para que coma tranquilo, luego bañarlo y hacer todo el rito del ir a acostarse con calma. Es por lo mismo que hace mucho tiempo que no veo el cielo de noche, que no disfruto de la luna y sus etapas.
La otra noche que hubo luna llena la pude ver desde la ventana del baño y por entremedio de un árbol. Se veía hermosa, iluminaba todo.
De pronto recordé una noche que viajábamos en auto con mi padre, cuando éramos pequeños, y había luna llena mi padre apagaba las luces del auto y sólo nos iluminábamos con la luz de la luna…
Ya volverán esos tiempos y podré mostrarle la luna llena a mi hijo y tal vez contarle un par de historias…
Buenas noches.
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