viernes, 30 de agosto de 2024

Algo de frustración

Cuando tenía como 10 año pedí que me compraran un par de zapatos que me encantaron al instante de verlos, eran bajos, celestes con un moño azul, tal vez como los que llevaban las niñas de mi época menos yo (que usaba zapatos ortopédico), insistí en que me los compraran, sabiendo que no me quedaban bien. Pero hasta que tuve que caminar dolorosamente con ellos, no lo entendí. Recuerdo que me dolían muchos los pies y supe que esa forma de comprar zapatos era la peor. Hoy fui al muro a estrenar mis zapatillas de escalada... el dolor en algunos de mis dedos y en uno de los talones...como diría el burro de Sherk: jue horrible,jue horrible. Claro, la posibilidad de escalar de forma mas consciente o mas "segura" se nota, pero el dolor es agotador, dicen que uno se acostumbra, dicen que los zapatos ceden... Yo espero que pasen ambas cosas y pronto para no sentir que es una tortura.

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