Latidos

 En mi última caminata al cerro, una ruta nueva, en algún momento sentí mi corazón latir fuerte, entonces supe que no sólo lo empinado del camino lo provocaba, si no también la hermosa, magnifica y grandiosa vista que tenía en frente, ver la cordillera con nieve, despejada grande, majestuosa en frente mio era ma-ra-vi-llo-

so, me emociono.
Estoy muy agradecida de hermosa de esta cordillera, de la posibilidad de estar viviendo esto.
Fue una caminata con cóndores que se mostraron, con una pluma que llegó de regalo, tal vez de águila, con vizcachas mostrando sus grandes bigotes y hermosa cola, con un clima rico, ni mucho calor, ni mucho frío, con viento helado en algún momento, con un compañero de ruta que sabe como guiar y muestra confianza.

Agradecida de volver sana y salva,  cansada y feliz.