Al terminar nuestros días de relajo fuera de la ciudad, pasamos por un cactarium que yo quería ver, cuando entré al lugar fue un amor a primera vista... no lo podía creer habían muchos , algunos que nunca había visto y otros que me quería llevar a como de lugar...Mi marido se asustó, porque me vio hiperventilada...jajajjaja
No me quería dejar sola comprando, entonces le pedí que cuidara a los niños para que yo pudiera hacer lo que tenía que hacer...jajajja
Compré los mas pequeños que habían, ya que eran los mas baratos, eran igual de bellos pero significaba también que los vería crecer y reproducirse, además no tenía mucho espacio en el auto para poder meterlos, por lo que serían si o si los mas pequeños.
El encargado que me atendió me dio algunas explicaciones sobre algunos que tienen una leche toxica al romperse, me dijo que los niños no lo tocaran. Me dijo como había que acostumbrarlos y que forma era mejor para trasplantarlos. Al terminar me regaló uno bastante mas grande que los que yo llevaba y me sentí tan agradecida y feliz.
Mi marido me dijo: que hiciste para que te lo regalara??? No hice nada dije yo (es que soy tan adorable )
Nos vinimos con los cactus entre los asientos, los niños amenazados para que no los pisaran al bajarse del auto (ellos los cuidaron).Llegamos a casa todos bien, nuestro hogar nos esperaba, un poco frio, todo en orden y todos felices de haber llegado muy bien, con una experiencia de un nuevo viaje en el cuerpo, de haber visto planetas, cerros, cristales, playa, mar, plantas, gente, helados.
GRCIAS por la oportunidad.
Gracias por esta familia y por un bello país que tiene mucho por conocer.
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