Anoche mis hijos lloraban los dos al mismo tiempo. El mayor se fue a dormir, pero se puso a jugar en la cama y se pegó, el mas pequeño… no lo sé.
De pronto y casi por milagro ambos dejaron de llorar. Que alivio para mis oídos, pude escuchar a lo lejos un perro ladrar. Creo que nunca me había agradado tanto escuchar ese ruido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario