El otro día una amiga me dijo: siéntate y revisa como te sientes, ayer una amiga me dijo, nunca hablas de cómo te sientes...
Hoy eso me hizo eco
Cómo me siento en relación a la salud de mi padre? me siento asustada, ansiosa, preocupada, mareada, triste, insegura, con ganas de llorar no se si de pena o por superación, siento que de pronto me hago la victima, luego eso me pasa al cuerpo, duermo mal, estoy cansada, me duele la guata, se me aprieta el pecho. Quisiera que mi mamá estuviera aquí.
Comencé a trabajar un kriya nuevo y una meditación, en cuarentena, para agarrarme de algo en el día a dia, eso siento que siempre me aporta, además de ir al cerro, para alejarme y tomar distancia de la situación y al mismo tiempo fortalecerme. Además de querer estar con mis amistades, para airearme, cambiar el foco, conversar, reír, regalonear, mirarnos, saber que estamos.
De a poco voy respondiendo con mas calma, respirando mas profundo, marcando limites, cambiando prioridades, a ratos es difícil, a ratos menos.
Siento algo de impotencia, de rabia, por que con los hijos mas grandes comenzaba a tener mas libertad, pero ahora viene otra responsabilidad, y si bien lo veo como algo grande, quiero ser parte de ello.
Agradezco a mi marido el soporte, lo pragmático, el apoyo, agradezco también a la vida, por todo aquello que tengo y por todo aquello que no tengo, a veces miro hacia atrás y me digo, cada día eres mas fuerte también, ya pasaste cosas duras, y otras mas duras y sigues aquí, agradezco cada experiencia, cada lágrima, cada dolor, cada día mas y cada día menos. Estoy reprogramando, como las aplicaciones de mapas al conducir, reprogramando la ruta, a veces mas de una vez al día, siendo consciente de las posibilidades que van surgiendo, para seguir avanzando cuando sea necesario.
Retrocediendo a ratos, detenida en otros momentos, ahí voy... Esperanzada.
